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Mundo Secreto

27 y un día...

Pensar que ya tengo 27, quien lo diría, que llegaría a esta edad... Y toy casi igual que cuando tenía como diez jajaja. No la verdad que siento que estos dos últimos años de mi vida han sido los cuales han cambiado de mayor manera mi forma de pensar y de ser, me ayudaron a comprender que quiero de la vida, que no quiero de la vida tambien, además que reafirmaron lo que me gusta, y me dieron la forma de pensar que creo que tendré toda la vida.

Además que me di cuenta que Dios esta ahí, pero nunca lo vi ni lo sentí como ahora, que cambio mi forma de ver el mundo. Si antes todo era blanco o negro, ya me he dado cuenta que puede ser gris, que las cosas no siempre son lo que parecen, y que puedes cambiar aunque cueste.

Me pregunté si hoy un día después de mi cumpleaños soy feliz, y la respuesta es no, porque no creo en la felicidad absoluta, no creo ya en que podamos ser completamente felices algún día, la felicidad es tan subjetiva y tan fugaz que no va a permitirnos tenerla para siempre. Y cuando creas que eres feliz ten cuidado, puede ser que mañana ya no lo seas.

Aprendi que debo vivir cada día como si fuera el último, pensando como leí una vez que si lo vives así esta bien porque algún día si lo será, así que debo dedicarme a ser yo, a no importar lo que piense la gente, porque las personas no saben que pasa por tu mente, ni conocen tus motivos o razones. Aprendí a no juzgar lo que vivan otros, mejor preocuparse por lo que vives y dejas de vivir.

Me di cuenta por fin, que el alma gemela no existe, sólo es una ilusión que tenemos en nuestra vida, un afán de buscar a alguien con quien compartir lo que queremos y lo que amamos, lo que vivimos y lo que deseamos. Pero no por eso podemos intentar ser felices, con alguien que nos complemente de alguna manera.

Me di cuenta que ya no quiero seguir atada a recuerdos que me provocan tristeza, ya se como anularlos, sé como hacer que mi corazón no sienta.

En fin, creo que crecí un poco mas, ya no hay deseos de cumpleaños, sólo maneras de vivir lo que resta.

Carola.

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